Liz Truss ha ganado la carrera por el liderazgo tory, convirtiéndose en la última primera ministra británica. Heredará una serie de crisis: desde el aumento de los precios de la energía y la "estanflación", hasta una creciente ola de huelgas. Explosiones revolucionarias están en el horizonte.

La dimisión de Boris Johnson ha abierto un nuevo capítulo en la crisis del capitalismo británico. La clase obrera está despertando. Una nueva generación se está moviendo hacia la lucha. Debemos construir las fuerzas del marxismo para prepararnos para estos acontecimientos titánicos.

El gobierno conservador de Gran bretaña ha demostrado una vez más su servilismo a los intereses del imperialismo estadounidense, aprobando la extradición del denunciante de WikiLeaks, Julian Assange. Sólo la lucha de clases masas puede defender nuestros derechos y libertades.

A principios de julio, los tribunales ucranianos decretaron la prohibición del Partido Comunista de Ucrania (PCU) y la incautación de sus bienes. Este ataque antidemocrático es parte de una campaña escandalosa para aplastar la disidencia política y manchar la imagen del 'comunismo' al asociarlo con el imperialismo ruso.

La oleada de huelgas de los miembros del sindicato RMT en los ferrocarriles ha envalentonado a todo el movimiento sindical. Desde los carteros y abogados hasta el personal de los aeropuertos: los trabajadores de todas partes están movilizándose hacia la acción y nosotros decimos: ¡Hay que unir las luchas! ¡Abajo los Tories!

Después de meses de crisis y escándalos, ante una creciente rebelión en sus filas, Boris Johnson finalmente ha caído sobre su espada. Pero la partida del líder tory no resolverá ningún problema para la clase dominante. En cambio, se avecinan acontecimientos explosivos.