Para alivio de la clase dominante, Rishi Sunak ha sido nombrado como el nuevo primer ministro de Gran Bretaña. El nuevo líder conservador ha prometido "estabilidad", sobre la base de un programa de austeridad severa. En cambio, las explosiones revolucionarias se avecinan.

Con la economía del Reino Unido y el Partido Conservador en crisis, Liz Truss ha sido destituida de su cargo, como parte de un golpe del régimen para recuperar el control de los tories. Pero se avecinan más explosiones, a medida que se profundiza la crisis del capitalismo británico.

En medio de la ruina de la vida de millones de ucranianos como consecuencia de la invasión rusa, el parlamento ucraniano ha estado impulsando los recortes más duros a los derechos de los trabajadores en la historia del país.

El 11 de octubre, el gobierno francés decidió utilizar los poderes del Estado para “requisar” varios depósitos de petróleo donde los trabajadores estaban en huelga desde el 27 de septiembre. Esto ha llevado al llamamiento de un día de huelga nacional el martes (18 de octubre). Después de una gran manifestación contra el costo de la vida ayer (16 de octubre), la lucha de clases en Francia vuelve a la escena.

Se suele decir que la gente tiene el gobierno que se merece y esta idea no nos parece correcta. Trotsky lo explicó en su magistral artículo, Clase, Partido y Dirección. Las mismas personas pueden, y ocurre de hecho, tener gobiernos muy diferentes en un espacio de tiempo muy corto.

Si hubiera que creer a los medios occidentales y las declaraciones de los funcionarios de ambos lados del Atlántico, se tendría la impresión de que Ucrania está ganando la guerra contra Rusia y que es solo cuestión de tiempo antes de que Putin sea derrocado por su propio pueblo. Para entender lo que realmente está sucediendo, primero debemos atravesar la niebla de propaganda que rodea esta guerra.

La victoria de la derecha en las últimas elecciones, a pesar de haber sido ampliamente anunciada por todas las encuestas, ha causado desconcierto y consternación en los círculos de izquierda, así como en cierto número de trabajadores y jóvenes, preocupados por lo que pueda hacer el próximo gobierno dirigido por Giorgia Meloni. Sin embargo, es inútil lamentarse. Al contrario, se debe mantener la sangre fría, analizar seriamente las causas del resultado electoral y, sobre todo, definir una perspectiva clara de lo que será el escenario político después de las elecciones.